sexta-feira, fevereiro 12

Diez

Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde com las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.
He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente em los cerros lejanos.
A veces como uma moneda
se encendía um pedazo de sol entre mis manos.
Yo te recordaba com el alma apretada
de esa tristeza que tu me conoces.
Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?
Cayó el libro que siempre se toma em el crespúsculo,
y como um perro herido rodo a mis pies mi capa.
Siempre, siempre te alejas em las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.


(Veinte poemas de amor y una canción desesperada - Pablo Neruda)


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